La osteopatía estructural consiste en la solución de los problemas propios del sistema muscular y óseo.
Estos sistemas cuentan con zonas móviles e inmóviles y son las primeras las que se resienten y en las que sufrimos dolores y otras molestias. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones, dichas molestias vienen ocasionadas por la inmovilidad de otras zonas, es decir, en la zona de hipomovilidad.
Esto hace que las zonas móviles realicen un sobreesfuerzo, se carguen y terminen fallando.
Con las sesiones de osteopatía estructural no pretendo curar estas partes dañadas sino hacer que las partes inmóviles comiencen a trabajar para que el peso de todo el esfuerzo motriz no recaiga en sólo unas zonas determinadas, sino que el trabajo esté repartido.
En las sesiones de osteopatía estructutral se harán técnicas como:
Thrust: Es el conocido ruido articular que provocamos (cavitación) para que el sistema nervioso reciba de manera correcta la información de los segmentos óseos trabajados.
Musculares: Técnica de Jones, energía muscular, stretching...
Articulares: Que hacen ganar movilidad en las diferentes articulaciones.
Para finalizar, indicar que al tratarse la osteopatía de una terapia holística, aconsejamos que el paciente reciba también el resto de tratamientos osteopáticos (craneal y visceral).
La osteopatía no es una medicina alternativa, si no una disciplina terapéutica dentro de las terapias manuales, con técnicas que han sido desarrolladas durante muchos años de evolución, las cuales al ser aplicadas contribuyen a la normalización de los diferentes tejidos que producen la enfermedad. Tiene una visión general de la anatomía y fisiología del cuerpo humano viéndolo como un “todo”.
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